Reseñado por el Dr. Thomas Mathews en Hispanic American Historical Review (1978) 58 (1).
Advertencia al lector:
Este tercer tomo de lo que en un principio llamé “Breve historia de Puerto Rico” discurrirá solamente sobre ochos escasos años de nuestro devenir. La razón tras el desnivel entre la largueza del escrito y la brevedad de los años es el interés de que las generaciones presentes que empiezan a deshojar el último cuarto del siglo veinte tengan una idea clara de nuestro acontecer en el crepúsculo del dominio español y el amanecer del dominio estadounidense. Ha sido de la conveniencia del invasor y de los que han detentado el exiguo y mediatizado poder que es consustancial a la ausencia de soberanía que esos últimos años, o no se conozcan o se conozcan mal. Sobre el 1898 se pasa como por sobre ascuas. Al inconsulto e inicuo relevo de guardia de aquel 12 de agosto se le llama “cambio de soberanía”, como si la soberanía pudiese cambiarse; y la llamada “cesión” se justifica con la voladura del “Maine” y se le hace repetir a las nuevas generaciones que pasamos como botín de guerra de manos de España a manos de Estados Unidos, sin explicárseles lo que tal frase significa. La vergüenza de ese traspaso no se señala, y si se cuestiona se culpa a España. Los Estados Unidos quedan a salvo. Los lideres políticos puertorriqueños electos por el pueblo para gobernarnos autonómicamente quedan también a salvo. Los psicólogos llaman a ese proceder “mecanismo de defensa”, que ejercen los pueblos como los individuos cuando están heridos profundamente por no haber cumplido con su deber.
Warning to the reader:
This third volume of what at first I called "A Brief History of Puerto Rico" will only cover eight scarce years of our history. The reason behind the unevenness between the length of the writing and the brevity of the years is in the interest that the present generations that begin to analyze the last quarter of the twentieth century have a clear idea of our events in the twilight of Spanish rule and the dawn of American rule. It has been for the convenience of the invader and of those who have wielded the meager and mediated power that is inherent to the absence of sovereignty that, in recent years, they are either not known or poorly known. As for 1898, it was passed as though on fire. The unconsulted and iniquitous “changing of the guard” on that August 12 is called "change of sovereignty", as if sovereignty could be changed; and the so-called “cession” is justified by the blowing up of the “Maine” and the new generations are made to recite that we passed as war loot from the hands of Spain to the hands of the United States, without an explanation as to what that phrase signifies. The shame of that transfer is not pointed out, and if it is questioned, Spain is blamed. The United States is safe. The Puerto Rican political leaders elected by the people to govern us autonomously are also safe. Psychologists call this procedure a "defense mechanism", exercised by peoples like individuals when they are deeply wounded for not having done their duty.