De la “Advertencia”:
La Historia de nuestra Minería es la Historia de nuestras vicisitudes: desde los remotos años de Colón, el primero en la avidez del oro en la Española, hasta nuestros días, grávidos de las áureas esperanzas que germinan en el seno de nuestra tierra en Hatillo, en Pedernales, en las arenas del Yaque, en las olvidadas minas de Cotuí, de la Buenaventura, de San Cristóbal y de Jaina. Pero en esta obra se aspira, más que a contribuir al estudio de la Minería en Santo Domingo, plena de sorprendentes alternativas, a crear incentivos para la explotación de nuestros máximos veneros de riqueza. A reserva de consagrar otro volumen a la Historia de los comienzos de la Minería, la Agricultura y la Ganadería en la Isla – vale decir del Nuevo Mundo – la presente labor se limita a recoger los textos de mayor interés relativos a nuestras minas, por demás desconocidos y dispersos, algunos de los cuales se refieren también a la riqueza agrícola.
Emilio Rodríguez Demorizi (1904-1986). Nació en la ciudad de Sánchez, Samaná, República Dominicana, el 14 de abril de 1904, hijo de Félix Francisco Rodríguez y Genoveva Demorizi Campos. Historiador, lingüista diplomático e intelectual, en el más estricto sentido de la palabra, con su rica producción bibliográfica se propuso delinear todos los contornos de la dominicanidad a través de la historia, la geografía, la literatura, el arte, el folclor, la economía, y todas las ramas de las ciencias humanas, así como las más nobles expresiones del espíritu. Es el más grande y prolífico documentalista en la historiografía dominicana Su vida y su obra hablan de la solidez de su vocación como historiador, responsablemente ejercida a través de una infatigable, generosa y trascendente labor como documentalista, lo cual ha convertido su producción intelectual en insoslayable punto de referencia para el estudio o investigación de cualquier tema dominicano.
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